Enciende la punta del stick con la llama de una vela. Una vez encendido, vas a ir haciendo movimientos circulares o los que tú sientas para realizar la purificación del ambiente o del cuerpo energético. Una vez terminado, lo puedes apoyar en un quemador para que se vaya apagando solo o puedes acercar la parte encendida en una maceta e introducirlo en la tierra para apagarlo directamente y tenerlo listo para la próxima vez.